Friday, November 27, 2009

Fuego


Fuego eterno y encendido,
mágico y dominante.
Cual fuego de Gubraith eres,
siempre tan relampagueante.

Tú, fuego abrasador,
llévate mis decepciones,
mis ilusiones muertas
y todos mis desamores.

Dame un nuevo comienzo, un nuevo amanecer.
Y así como a un fénix, hazme renacer.

Quema todo el recuerdo para que quede en olvido
y, una vez renacida, ni recuerde lo que pasó conmigo.

Llévate las desdichas, las heridas y tristezas,
lágrimas, dolores, penas y quítalos de mi cabeza.

¡Oh, fuego bendito! Haz limpiado mi alma.
Dejando todo en cenizas me has devuelto la calma.

Thursday, August 27, 2009

Despecho


¡Ah, qué estoy cansada! Me he reído tanto,
tanto, que a mis ojos ha asomado el llanto;
tanto, que este rictus que contrae mi boca
es un rastro extraño de mi risa loca.

Tanto, que esta intensa palidez que tengo
(como en los retratos de viejo abolengo)
es por la fatiga de la loca risa
que en todo mi cuerpo su sopor desliza.

¡Ah, qué estoy cansada! Déjame que duerma;
pues, como la angustia, la alegría enferma.
¡Qué rara ocurrencia decir que estoy triste!
¿Cuándo más alegre que ahora me viste?

¡Mentira! No tengo ni dudas, ni celos,
ni inquietud, ni angustias, ni penas, ni anhelos.
Si brilla en mis ojos la humedad del llanto,
es por el esfuerzo de reirme tanto...

~ Despecho, Juana de Ibarbourou.